El presidente señala al republicano Mario Díaz-Balart y al excanciller Álvaro Leyva como parte de una conspiración internacional contra su gobierno

Petro lanza graves acusaciones desde Bogotá
Durante un discurso en la capital colombiana este martes, el presidente Gustavo Petro acusó al congresista estadounidense Mario Díaz-Balart de ser el líder de un plan internacional para sacarlo de la Presidencia. El mandatario afirmó que el político republicano, al que calificó de “extrema derecha”, encabeza reuniones para influir en el Congreso colombiano con ese fin.
“Quien dirige la reunión no es un colombiano, es el senador (sic) Díaz-Balart, de extrema derecha”, afirmó Petro. “Buscan usar al Congreso para tumbar al presidente. Si eso llegase a pasar, debe estallar la revolución colombiana”.
Leyva, también señalado por el presidente
Petro también arremetió contra Álvaro Leyva, su excanciller, a quien acusó de hacer parte del supuesto complot. Según el mandatario, las recientes declaraciones públicas de Leyva son parte de una estrategia coordinada para debilitar su permanencia en el poder.
El excanciller había solicitado a Petro “revisar su permanencia en el cargo” por supuestos problemas de adicción, lo que fue interpretado por el presidente como un ataque personal con motivaciones políticas.
Dura respuesta de Díaz-Balart en redes
El congresista Mario Díaz-Balart respondió con fuerza desde su cuenta en la red social X. En su mensaje, afirmó: “Parece que está de nuevo bajo la influencia de drogas, alcohol o ambos”, en referencia al presidente colombiano. Además, le recomendó centros de rehabilitación.
“El Sr. Petro da vergüenza ajena”, remató el republicano, en una declaración que generó controversia entre seguidores y opositores del mandatario colombiano.
Un conflicto con repercusión internacional
Las acusaciones cruzadas entre el presidente de Colombia y un congresista de Estados Unidos escalan la tensión diplomática entre ambos países. Aunque el Departamento de Estado no se ha pronunciado oficialmente, la controversia podría tener impacto en la relación bilateral.
Petro, por su parte, negó ser “antigringo” y citó autores estadounidenses como Howard Zinn para argumentar que su posición es contra los sectores radicales, no contra EE. UU. como nación.
Una narrativa de soberanía y resistencia
En su intervención, Petro insistió en que el supuesto plan para sacarlo del poder no es colombiano. “Es un atentado a la soberanía nacional, a la democracia y a la libertad de los colombianos”, expresó ante sus seguidores.
El mandatario pidió resistencia popular ante cualquier intento de golpe institucional, lo que encendió alertas entre analistas políticos por el tono confrontacional del discurso presidencial.
Críticas al papel de Leyva
Petro desestimó las palabras de Leyva, a quien calificó como “un viejo decrépito” que estaría actuando por resentimiento tras haber sido destituido del cargo de canciller. Aseguró que las verdaderas motivaciones de Leyva responden a intereses extranjeros.
“No es un chisme, es un complot”, enfatizó Petro, dejando claro que considera la situación como una amenaza real y coordinada desde fuera del país.
El trasfondo de una rivalidad política
Leyva fue canciller de Petro entre agosto de 2022 y febrero de 2024. Su salida del gobierno se dio tras una suspensión impuesta por la Procuraduría en medio de un escándalo relacionado con contratos de pasaportes.
Desde entonces, el exfuncionario ha intensificado sus críticas al gobierno, lo que ha sido interpretado como una ruptura total entre ambos.
La sombra del CNE y la Corte Constitucional
Petro aseguró que el complot emergió luego de que la Corte Constitucional suspendiera la investigación del Consejo Nacional Electoral en su contra, por supuesta financiación irregular en su campaña presidencial.
“No pudieron tumbar al presidente por ese lado, entonces buscan otra vía”, dijo Petro, reafirmando que sus enemigos buscan mecanismos alternativos para desestabilizar su mandato.
El fantasma de Kennedy
En una comparación polémica, Petro afirmó que la misma “extrema derecha” que habría matado al presidente estadounidense John F. Kennedy está detrás del actual complot en su contra. La frase generó múltiples reacciones, tanto en redes como entre sectores políticos.
Aunque no presentó pruebas directas, el mandatario sugirió que hay fuerzas internacionales capaces de interferir en gobiernos latinoamericanos incómodos para ciertos intereses.
¿Crisis institucional o estrategia política?
Expertos señalan que estas declaraciones podrían tener dos lecturas: una real preocupación por amenazas al orden democrático o una estrategia para movilizar a sus bases en un momento de desgaste político.
En cualquiera de los casos, la tensión entre Petro, sus opositores y actores internacionales como Díaz-Balart marca un nuevo capítulo de confrontación en la presidencia colombiana.
Petro insiste en que no renunciará
“No renuncio”, gritó el presidente desde su tarima, asegurando que ningún complot podrá sacarlo del poder sin una respuesta contundente del pueblo colombiano. El mensaje, directo y desafiante, apunta a blindar su imagen como líder resistido pero firme.
Con estas palabras, Petro deja claro que no cederá ante la presión de sectores políticos, ni nacionales ni extranjeros.
Reacciones divididas en Colombia
Mientras sectores de izquierda apoyan la postura del presidente, la oposición lo acusa de victimizarse y desviar la atención de los problemas reales del país. Las redes sociales se han convertido en el campo de batalla de esta discusión polarizada.
Silencio del gobierno de EE. UU.
Hasta el momento, la administración de Joe Biden no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre las declaraciones de Petro ni sobre la participación de Díaz-Balart en un supuesto complot. La tensión podría aumentar si Washington decide intervenir en la polémica.
Riesgo de confrontación diplomática
Este episodio podría afectar las relaciones entre Colombia y Estados Unidos, especialmente si el discurso anti-estadounidense se intensifica o si Díaz-Balart insiste en sus acusaciones públicas contra Petro.
¿Aumentará la polarización política?
Analistas temen que el clima político en Colombia se tense aún más, con un presidente que se ve acosado y una oposición que no cede en sus señalamientos. La narrativa del “complot internacional” puede reforzar el apoyo interno de Petro, pero también ahondar divisiones.
Un momento delicado para la democracia
Lo cierto es que esta controversia ocurre en un momento de alta sensibilidad institucional, donde los discursos extremos, las acusaciones sin pruebas y la desconfianza mutua podrían erosionar aún más la confianza pública en las instituciones.
La historia sigue abierta
La historia entre Gustavo Petro, Díaz-Balart y Álvaro Leyva sigue en desarrollo. Las próximas semanas serán clave para determinar si se trata de un episodio pasajero de confrontación o del inicio de una crisis política mayor.