🇨🇴 ¡Libertad para Lyan! El niño secuestrado por disidencias fue entregado sano y salvo

El niño de 11 años secuestrado en Jamundí por disidencias de las FARC regresó a salvo a su familia tras una intensa presión nacional

Un país unido por un niño

Colombia respiró con alivio este miércoles 21 de mayo de 2025. Lyan José Hortua, de apenas 11 años, fue liberado tras 18 días de secuestro en Jamundí, Valle del Cauca. La noticia puso fin a una de las jornadas más oscuras que vivió el suroccidente colombiano este año.

La Defensoría del Pueblo confirmó que el menor fue entregado en buen estado de salud a una misión humanitaria, después de intensas gestiones y presión ciudadana.


El secuestro que estremeció a Jamundí

Todo comenzó la noche del 3 de mayo, cuando hombres armados irrumpieron en la casa de Lyan, en el corregimiento de Potrerito, Jamundí. Los criminales se lo llevaron delante de su madre y hermanos, dejando una familia rota y a un país indignado.

Desde ese momento, miles de voces se unieron para exigir su pronta liberación. Plantones, marchas, velatones y campañas en redes sociales mantuvieron viva la esperanza.


¿Quiénes lo secuestraron?

Las autoridades identificaron como responsables a la estructura Jaime Martínez, perteneciente a las disidencias de las FARC. Se trata de uno de los grupos más violentos y activos en el suroccidente del país.

Según la Gobernación del Valle, tres hombres ya han sido plenamente identificados y se emitieron órdenes de captura. Se ofreció además una recompensa de hasta $200 millones por información.


La Defensoría, clave en la liberación

La gestión humanitaria fue liderada por la Defensoría del Pueblo, en coordinación con organizaciones sociales. La defensora Iris Marín confirmó la entrega y expresó: “No queremos más noticias de dolor, menos cuando se trata de nuestros niños”.

Lyan fue recibido por personal médico y defensores de derechos humanos en zona rural, donde se comprobó su estado de salud física y emocional.


Un regreso entre lágrimas

Las imágenes de su liberación conmocionaron al país. En ellas se ve al menor descender de un vehículo, abrazado por miembros de la comisión humanitaria. En la casa familiar, mientras tanto, su madre lloraba de felicidad tras recibir la confirmación oficial.

Lyan será trasladado a un centro asistencial y posteriormente se reencontrará con su familia bajo estricta protección.


“Lyan es un símbolo de lucha”: comunidad

La comunidad de Potrerito no dejó de alzar la voz durante estos 18 días. Vecinos, amigos, profesores y líderes barriales organizaron velas y oraciones cada noche para pedir por su regreso.

“Lyan es más que un niño, es un símbolo de lucha. Nunca lo olvidamos ni lo vamos a olvidar”, dijo entre lágrimas una maestra de su escuela.


El país que no se rinde

Desde el primer momento, personalidades del deporte, la música y la política se sumaron a la exigencia de libertad. El presidente Gustavo Petro llegó a escribir en su cuenta de X: “Lyan no es mercancía, es un niño. Exigimos su libertad inmediata”.

Esa frase se volvió consigna nacional y se replicó en grafitis, pancartas y hashtags durante días.


Repercusiones legales

El Ministerio de Defensa anunció que las operaciones contra los responsables no se detendrán. Se fortalecerán los operativos contra el Frente Jaime Martínez en el sur del Valle y norte del Cauca.

Además, el secuestro de Lyan reabrió el debate sobre la continuidad de los diálogos de paz con estructuras armadas que siguen violando el derecho internacional humanitario.


El drama de una infancia robada

Aunque Lyan fue devuelto con vida, su infancia ya no será la misma. Estuvo en manos de hombres armados, lejos de su familia, sin escuela, sin juegos, sin libertad.

Psicólogos del ICBF le brindarán acompañamiento durante las próximas semanas para ayudarlo a procesar lo vivido.


No fue el único

Durante el tiempo que Lyan estuvo secuestrado, al menos otros 6 menores de edad han sido reportados como desaparecidos en zonas de conflicto en Colombia. El caso visibilizó un problema estructural que va más allá de un solo nombre.

Organizaciones sociales exigen medidas efectivas para frenar esta práctica que atenta contra lo más sagrado: la niñez.


El Valle se levantó

La gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, expresó su alegría por la liberación, pero reiteró que esto no puede volver a ocurrir. “El Valle no será más territorio de impunidad”, dijo en rueda de prensa.

También anunció más patrullajes en zonas rurales y nuevas inversiones en seguridad y educación.


Entre el dolor y la esperanza

Este secuestro dejó profundas heridas en Jamundí y en todo el país. Pero también mostró que la unión ciudadana sí puede cambiar destinos. Miles de voces unidas, firmes, constantes, lograron que Lyan volviera a casa.

El menor es ahora símbolo de esperanza y resistencia frente a la barbarie.


¿Y ahora qué?

El desafío ahora es garantizar la seguridad de su familia y que los responsables respondan ante la justicia. La Fiscalía General ya trabaja en nuevas imputaciones.

Mientras tanto, Lyan descansa en un lugar seguro, protegido por los brazos de su madre.


Un niño que volvió a nacer

“Es como si hubiera vuelto a nacer”, dijo su abuelo. Y tenía razón. Lyan vivió una experiencia traumática, pero su historia no terminó en tragedia. Volvió con vida. Y eso, en este país, ya es un milagro.