🎺🇨🇴 Murió Nelson González en Bogotá: el “Emperador de la Salsa” apagó su trompeta a los 78 años

Una leyenda de la música tropical se despide de los escenarios

La voz de una época

Nelson González, fundador de la icónica orquesta “Nelson y sus Estrellas”, falleció este sábado 24 de mayo de 2025 en Bogotá. Con su partida, se va una parte del alma salsera que marcó a generaciones en América Latina. El artista, de 78 años, perdió la vida tras sufrir un paro cardiorrespiratorio mientras permanecía internado por una neumonía severa.

Su legado está lleno de notas alegres, letras románticas y un ritmo tropical que animó fiestas, emisoras y carnavales desde los años 60. Venezuela lo vio nacer, pero Colombia lo adoptó como hijo propio. Bogotá fue su última morada, pero el eco de su música aún vibra en miles de corazones.

Un maestro nacido para la música

Nelson González nació en Caracas el 29 de diciembre de 1946. Desde muy joven demostró talento musical, y junto a su hermano Luis Felipe González fundó, en 1965, la agrupación que lo llevaría a la cima: “Nelson y sus Estrellas”. Su propuesta rompió esquemas al combinar salsa con elementos de la música tropical venezolana y caribeña.

El primer álbum del grupo, “Mucho Nelson” (1968), lo catapultó a la fama en Colombia, país que se convirtió en su principal escenario. Desde entonces, no hubo feria ni fiesta sin que su voz o su trompeta pusiera a bailar al público.

Colombia, su segunda patria

Atraído por el amor del público colombiano, Nelson González decidió radicarse en el país a finales de los años 70. Fue en Bogotá donde encontró su lugar en el mundo y consolidó su carrera. La radio, los canales de televisión y los conciertos en vivo amplificaron su alcance en cada rincón del país.

Con su sombrero característico y su sonrisa de artista eterno, el “Emperador de la Salsa” fue figura central en eventos como el Festival de Orquestas de Barranquilla, donde su orquesta siempre fue favorita del público.

El poder de una estrella

Canciones como “La Sirena”, “Londres”, “Amor Serrano” y “El Emperadorcito” se convirtieron en himnos populares. Su estilo tenía una frescura única: voces potentes, arreglos dinámicos y letras sencillas que conquistaban el alma.

Su fórmula musical combinaba alegría con elegancia, algo que lo diferenciaba dentro del panorama salsero de los años 70 y 80. Cada canción suya es una postal sonora de una época donde la música se bailaba de principio a fin.

La noticia que rompió corazones

Este sábado, a las 3:00 p.m., el maestro sufrió un paro cardiorrespiratorio en una clínica de Bogotá. Estaba internado por una neumonía e infección bacteriana. Su nuera y mánager, Paola Andrea González, confirmó el deceso. La noticia se regó como pólvora por redes sociales, emisoras y canales de televisión.

Decenas de artistas, presentadores y fanáticos expresaron su dolor. Jorge Barón, el famoso presentador colombiano, escribió en sus redes: “Amigo mío, gracias por tu música. Gracias por tantos momentos de alegría. Descansa en paz, Nelson”.

Un legado que no muere

A pesar de su muerte, la música de Nelson González seguirá sonando. Su hijo, Nelson David González Jr., ha anunciado que continuará con la orquesta, cumpliendo el deseo de su padre. La agrupación ya tiene fechas programadas y promete mantener viva la esencia que los hizo grandes.

El maestro deja no solo una discografía rica y vibrante, sino también una historia de perseverancia, amor por la música y conexión con el pueblo. Sus canciones seguirán bailándose en diciembre, en fiestas de barrio y en las emisoras tropicales del continente.

Un artista cercano a la gente

A lo largo de su carrera, Nelson González nunca perdió el vínculo con el público. Se presentaba en escenarios humildes con el mismo entusiasmo con que lo hacía en grandes tarimas. Era un artista del pueblo y para el pueblo. Muchos lo recuerdan por su sencillez y buen humor.

Durante la pandemia, sorprendió con conciertos virtuales desde su casa en Bogotá. Allí, con su trompeta y su voz aún firme, demostró que el arte sobrevive incluso en tiempos difíciles.

El adiós en su tierra adoptiva

Bogotá prepara ahora un homenaje póstumo. Se espera que su cuerpo sea velado en la capital, donde residió sus últimos años. Las emisoras ya comenzaron a programar especiales con su música, y canales como Señal Colombia y Caracol TV anuncian reportajes en su honor.

El país que lo acogió llora su partida, pero también celebra su vida. Porque hablar de Nelson y sus Estrellas es hablar de alegría, familia, baile y sabor.

El sonido de una estrella eterna

Nelson González no solo fue músico: fue símbolo de una época dorada para la música latina. Junto a otras figuras como Pastor López, Rodolfo Aicardi y Joe Arroyo, formó parte de ese selecto grupo que convirtió la salsa y la música tropical en patrimonio de millones.

Su legado es sonoro, pero también emocional. Nos enseñó que el arte puede unir países, borrar fronteras y vivir para siempre en una canción.

Hasta siempre, maestro

Hoy, Colombia y Venezuela están de luto, pero también agradecidas. El “Emperador de la Salsa” ha partido, pero deja una herencia imborrable. En cada rincón donde suene una maraca o un piano salsero, ahí estará Nelson González, sonriendo y haciendo bailar al cielo.

Gracias, maestro. Su estrella sigue brillando.