Por: Miler Acuña

Una menor de edad es el primer caso confirmado en la ciudad; se intensifican jornadas de vacunación mientras se investigan otros posibles contagios.
La ciudad de Ibagué enfrenta una alerta sanitaria tras confirmarse el primer caso de fiebre amarilla en una menor de 15 años residente de la comuna 2. Las autoridades de salud han activado de inmediato un plan de contingencia para contener la propagación del virus.
La paciente fue atendida inicialmente en una IPS de la ciudad y posteriormente trasladada a Manizales debido a la falta de infectólogos pediátricos en Ibagué, una carencia que ha encendido las alarmas sobre la capacidad de respuesta del sistema de salud local.
Este caso ocurre en un contexto donde la fiebre amarilla ha mostrado un preocupante resurgimiento en el país, con un incremento de contagios y fallecimientos que ha llevado al Ministerio de Salud a declarar la emergencia sanitaria a nivel nacional.
Aunque Ibagué había permanecido libre de casos confirmados gracias a una campaña de vacunación iniciada en noviembre de 2024, la cobertura insuficiente en algunos grupos etarios, como niños de 6 a 10 años, ha generado zonas de vulnerabilidad.
Ante esta situación, la Alcaldía de Ibagué ha declarado la emergencia sanitaria local y ha intensificado las jornadas de vacunación en diferentes puntos estratégicos de la ciudad, incluyendo el Aeropuerto Perales y la Terminal de Transportes.
Más de 20 puntos de vacunación están disponibles para la población entre 1 y 59 años, con el objetivo de alcanzar la inmunización masiva y frenar cualquier cadena de transmisión que pueda poner en riesgo a la comunidad.
La fiebre amarilla es una enfermedad viral transmitida por mosquitos, caracterizada por fiebre alta, dolor muscular, náuseas, vómitos y, en casos graves, hemorragias internas. La vacunación es la medida más eficaz para prevenir su propagación.
El departamento del Tolima ha sido uno de los más golpeados por el repunte de esta enfermedad, concentrando el mayor número de casos y muertes en todo el país, lo que refuerza la urgencia de contener el foco detectado en Ibagué.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha unido esfuerzos con el Ministerio de Salud para fortalecer la vigilancia epizoótica y vectorial, crucial para detectar y controlar tanto la presencia del virus como del mosquito transmisor.
El caso de la adolescente encendió las alarmas sobre posibles contagios adicionales, por lo que las autoridades están en proceso de seguimiento epidemiológico para identificar a personas cercanas que puedan haber sido expuestas.
Los habitantes de Ibagué están siendo convocados a vacunarse, especialmente quienes no cuentan con el esquema completo o nunca han recibido la dosis contra la fiebre amarilla, la cual es gratuita y de aplicación inmediata.
La Secretaría de Salud local ha reiterado que no es momento para alarmas, sino para actuar con responsabilidad, acudiendo a los puntos de inmunización y reportando cualquier síntoma sospechoso a los centros de atención médica.
Los niños, adultos mayores, viajeros y personas con condiciones de salud preexistentes forman parte de la población prioritaria en esta nueva fase de intervención que busca cortar el ciclo de transmisión del virus.
El llamado de las autoridades se extiende también a mantener los entornos limpios, eliminando criaderos de mosquitos en recipientes con agua estancada, una medida clave para prevenir la reproducción del vector.
Se espera que en los próximos días se presenten nuevos reportes oficiales sobre la evolución del caso confirmado y las posibles detecciones en curso, mientras la ciudad se moviliza para evitar un brote mayor.
La prevención, la información clara y la cooperación ciudadana serán esenciales para enfrentar esta emergencia sanitaria en Ibagué y garantizar que la fiebre amarilla no vuelva a tener terreno en la región.