
Un mayor retirado del Ejército colombiano confesó en un pódcast detalles de la operación fallida impulsada por el capo del Cartel de Medellín.
La confesión que sacude a Colombia
Un exoficial del Ejército colombiano, Luis Mario del Vasto Cerón, reveló en una entrevista reciente un hecho hasta ahora desconocido: Gonzalo Rodríguez Gacha, alias “El Mexicano”, financió un plan para eliminar a los principales líderes de las FARC.
Las declaraciones fueron hechas en el pódcast “Más Allá del Silencio”, en donde el militar retirado ofreció detalles inéditos sobre la alianza entre narcotráfico y fuerzas ilegales.
El objetivo principal era dar de baja a Manuel Marulanda Vélez, conocido como ‘Tirofijo’, y a Jacobo Arenas, figuras centrales del grupo guerrillero.
Un plan financiado desde las entrañas del narcotráfico
Según Del Vasto, fue Rodríguez Gacha quien ofreció los recursos económicos necesarios para montar una operación clandestina de alta envergadura.
El capo del Cartel de Medellín no escatimó en gastos y autorizó la contratación de mercenarios de origen británico para la misión.
Estos mercenarios habrían sido reclutados mediante contactos en Londres, vinculados a redes internacionales de tráfico de armas y otros negocios ilícitos.
Entrenamiento en la “Isla de la Fantasía”
Antes de intentar ejecutar la operación, el grupo de mercenarios recibió entrenamiento especializado en la denominada “Isla de la Fantasía”, ubicada en Puerto Boyacá.
Este lugar era conocido por servir como centro de adiestramiento para grupos paramilitares financiados por el narcotráfico en los años 80.
La preparación incluía tácticas de infiltración en terrenos selváticos y operaciones de alto riesgo, habilidades necesarias para llegar hasta los campamentos de las FARC.
Las dificultades que frustraron el operativo
Aunque la misión parecía tener todo para ser exitosa, varios factores conspiraron en su contra.
La inteligencia militar disponible resultó ser insuficiente para localizar con precisión los movimientos de los líderes guerrilleros.
Además, el difícil acceso al páramo de Sumapaz, donde se escondían ‘Tirofijo’ y Arenas, complicó la llegada de los mercenarios.
Vínculos entre narcotráfico y sectores del Ejército
La confesión de Del Vasto también expuso cómo algunos miembros de las fuerzas armadas establecieron lazos con capos del narcotráfico para cumplir objetivos conjuntos.
La eliminación de líderes guerrilleros era un interés compartido, pero utilizar medios ilegales como mercenarios extranjeros abre un nuevo debate sobre la ética militar de esa época.
Este caso refleja un período oscuro de la historia colombiana, donde las líneas entre la legalidad y el crimen se desdibujaban peligrosamente.
El Cartel de Cali y su interés en Del Vasto
Después del fracaso del operativo contra las FARC, Del Vasto ganó notoriedad como reclutador de mercenarios.
Esa reputación llegó a oídos del Cartel de Cali, quienes consideraron utilizar sus servicios para planear operaciones en contra de Pablo Escobar.
Aunque esta segunda colaboración no se concretó, muestra hasta qué punto las organizaciones criminales buscaban sofisticar sus métodos.
Una radiografía del conflicto armado en Colombia
Esta revelación aporta una pieza clave para entender la compleja red de alianzas durante los años más duros del conflicto colombiano.
Narcotraficantes, paramilitares, guerrilleros y algunos militares operaban en escenarios paralelos y, en ocasiones, colaboraban con fines estratégicos.
La contratación de mercenarios extranjeros confirma el grado de internacionalización que alcanzaron los conflictos internos en Colombia.
El silencio roto tras décadas
La entrevista de Del Vasto representa uno de los pocos testimonios directos de militares que participaron en estos pactos clandestinos.
Durante décadas, estos temas fueron tratados como secretos de Estado o simplemente negados por los involucrados.
Hoy, Colombia sigue lidiando con las secuelas de esos años de violencia, donde el narcotráfico y la guerra marcaron generaciones enteras.