🪙 ¡Sorpresa bajo el suelo! Pareja encuentra más de mil monedas del siglo XVII mientras remodelaba su cocina

Un matrimonio británico descubrió un tesoro histórico enterrado en su casa rural de Dorset. El hallazgo, bautizado como el “Tesoro de Poorton”, fue subastado por más de 40 mil euros.

Imagen de una de las monedas del siglo XVII que fueron encontradas durante la remodelación de una cocina en una granja de Dorset. National Geographic.

Una reforma de cocina terminó con un inesperado hallazgo que ha llamado la atención del Reino Unido y el mundo: más de mil monedas del siglo XVII fueron descubiertas en una antigua granja del condado de Dorset, Inglaterra. El hecho ocurrió en 2019, pero ha vuelto a ser noticia tras la reciente subasta del tesoro.

El matrimonio conformado por Betty y Robert Fooks jamás imaginó que al renovar el suelo de su vivienda, construida hace más de 400 años, encontraría un cuenco de cerámica vidriada oculto entre los cimientos, repleto de antiguas monedas con siglos de historia.

El hallazgo fue completamente accidental. Durante las obras, un ingeniero agrónomo que colaboraba con la remodelación detectó el recipiente mientras rebajaban el concreto de la cocina para ganar altura. Al abrirlo, la sorpresa fue monumental: un tesoro numismático escondido durante generaciones.

Tras el descubrimiento, la pareja contactó de inmediato a las autoridades locales. El contenido fue trasladado al Museo Británico, donde expertos en conservación e historia realizaron un análisis y catalogación del material encontrado, que incluía monedas de cobre y plata con un estado de conservación notable.

Las monedas fueron datadas entre los años 1610 y 1690, una época marcada por la Guerra Civil Inglesa, el reinado de Carlos I y la posterior Restauración. Algunas piezas, según los especialistas, tienen un alto valor por su rareza histórica y numismática.

El tesoro fue nombrado oficialmente como “Tesoro de Poorton”, en honor a la zona rural donde fue hallado. En aquel entonces, las leyes del Reino Unido obligaban a reportar estos hallazgos para evitar su venta ilegal o pérdida patrimonial.

La subasta del tesoro tuvo lugar el pasado 23 de abril de 2025 a través de Duke’s Auctions, casa especializada en objetos históricos. La puja inicial fue de 35.000 libras esterlinas, y el monto final superó los 40.500 euros.

Este sorprendente episodio ha sido calificado por expertos como uno de los descubrimientos domésticos más relevantes de la década en Reino Unido. Las monedas, además de su valor económico, ofrecen una ventana invaluable al pasado británico.

La pareja, por su parte, ha declarado que la venta cubrirá la totalidad de la reforma del inmueble y aún dejará un excedente para futuras restauraciones. “Fue como ganarse la lotería sin comprar el billete”, declaró Betty a medios locales.

Lo más curioso del hallazgo es que el cuenco de cerámica no se encontraba enterrado a gran profundidad. Estaba apenas cubierto por una capa de concreto, lo que hace pensar que fue ocultado de manera intencionada, probablemente para protegerlo durante tiempos de conflicto.

Especialistas del Museo Británico creen que este tipo de escondites eran comunes durante los siglos XVII y XVIII, cuando las guerras y los saqueos generaban incertidumbre económica entre las familias rurales.

La historia ha tenido una amplia repercusión en medios británicos, pero también ha generado interés internacional. La revista Historia National Geographic y diversos portales de arqueología han replicado la noticia con gran asombro.

Este tipo de hallazgos recuerda que muchas casas antiguas aún pueden esconder secretos. En Europa, especialmente en zonas rurales, es común que inmuebles con siglos de antigüedad contengan objetos olvidados o enterrados por generaciones pasadas.

El caso también es una muestra de cómo actuar correctamente ante un hallazgo patrimonial: reportarlo a las autoridades, conservar el entorno y permitir su estudio antes de intentar cualquier venta.

La historia del Tesoro de Poorton combina historia, suerte y responsabilidad ciudadana. Y deja claro que, incluso en las tareas más comunes del hogar, pueden surgir oportunidades únicas que conectan el presente con el pasado.

Para muchos, esta historia es un recordatorio de que el patrimonio cultural puede estar más cerca de lo que creemos… incluso bajo nuestros pies.