Vivió más de 18 años en Perú, tiene nacionalidad peruana y ahora se convierte en León XIV, el primer Papa nacido en Estados Unidos
Un pontificado con raíces latinoamericanas y mirada global
Ciudad del Vaticano, 8 de mayo de 2025 — El mundo católico ha despertado a una nueva era. Con la elección del cardenal Robert Francis Prevost como el nuevo Papa —ahora León XIV—, la Iglesia no solo saluda a su primer pontífice estadounidense, sino también a un hombre profundamente marcado por su vínculo con América Latina.
Pocos fuera del ámbito eclesial conocían que este agustino nacido en Chicago en 1955, no solo vivió casi dos décadas en Perú, sino que adquirió la nacionalidad peruana por naturalización. Más que un dato anecdótico, este rasgo revela el profundo arraigo de Prevost en el continente que hoy es el mayor bastión de fieles católicos en el mundo.
De la periferia peruana al corazón de Roma
Ordenado sacerdote en la Orden de San Agustín, Prevost llegó al Perú en los años 80 como misionero. Se instaló en el norte del país, en la Diócesis de Chiclayo, donde ejerció como pastor, formador y más tarde como obispo durante más de 15 años. Fue allí donde se ganó el aprecio del pueblo y del clero peruano, por su cercanía, humildad y servicio a los más necesitados.
El “obispo gringo” que se convirtió en peruano
A pesar de su origen norteamericano, Prevost siempre se consideró parte del Perú profundo. Aprendió el español en la calle, recorrió comunidades rurales en condiciones difíciles y acompañó a los más vulnerables. Por eso, cuando en 2020 se le concedió la nacionalidad peruana, no fue un gesto protocolario: fue un acto de reconocimiento.
Ascenso en la Curia bajo Francisco
El Papa Francisco lo llamó a Roma en 2023 para encabezar el Dicasterio para los Obispos, uno de los puestos más influyentes en el gobierno de la Iglesia. Desde allí, Prevost promovió obispos comprometidos con la misión pastoral, la justicia social y la fidelidad doctrinal. Su perfil equilibrado entre doctrina firme y cercanía evangélica lo convirtió en “papable” casi de inmediato.
León XIV: nombre de fuerza y continuidad
El nombre que eligió como Papa no es menor. León XIV evoca a León XIII, el Papa de la encíclica Rerum Novarum, pionera de la doctrina social de la Iglesia. Con ello, Robert Prevost parece anunciar un pontificado que no rehuirá los desafíos sociales y éticos del mundo moderno, desde la pobreza hasta la dignidad del trabajo, la paz y la verdad.
Un Papa para una Iglesia en crisis y transición
La elección de León XIV llega en un momento de crisis moral y cultural para la Iglesia. Escándalos de abusos, secularización acelerada y divisiones internas han mermado la confianza en el liderazgo eclesial. Pero también es una hora de oportunidad: nuevos liderazgos, nuevas geografías, nuevos lenguajes.
Entre Chicago, Chiclayo y San Pedro
Su biografía representa una convergencia única: formado en Estados Unidos, madurado en el Perú, consagrado en Roma. León XIV encarna una Iglesia verdaderamente católica: universal, con raíces en el sur global y capaz de dialogar con el mundo desde sus periferias.
El Sur tiene voz
Para América Latina —y en particular para el Perú— esta elección es motivo de orgullo. “Es un Papa con corazón latinoamericano”, declaró un obispo peruano. Y no es solo retórica: quienes lo conocieron destacan su sensibilidad ante las injusticias, su cercanía con los pobres y su capacidad de escucha.
¿Qué viene para la Iglesia?
Las primeras decisiones del nuevo Papa marcarán el tono de su pontificado. ¿Continuará las reformas de Francisco? ¿Pondrá freno a las divisiones internas? ¿Reavivará el mensaje evangélico en un mundo cada vez más indiferente? Las expectativas son enormes.
El reto de gobernar con misericordia y verdad
Como León XIV, Prevost enfrentará tensiones entre sectores progresistas y conservadores, pero también desafíos globales: guerras, migraciones, cambio climático y pobreza extrema. La autoridad moral de la Iglesia necesita una voz que una firmeza doctrinal con ternura pastoral.
¿Una primavera católica desde el Nuevo Mundo?
Con este Papa, la Iglesia podría vivir una nueva primavera misionera. Alguien que conoce la periferia no solo geográfica, sino existencial. Que no teme hablar en español, que camina al ritmo del pueblo y que aún guarda el olor a tierra mojada del Perú.
El agustino que llega como servidor
No es casual que Provost sea agustino: San Agustín enseñó que todo poder es servicio. Y León XIV lo ha confirmado desde su primer saludo al mundo: “He venido a servir, no a ser servido”. Esa frase, dicha desde el balcón de San Pedro, resonó como un eco de esperanza.
La Iglesia se asoma al futuro con acento latino
Robert Prevost no es un outsider. Es un hombre del sur global con formación del norte. Su pontificado puede tender puentes entre culturas, estilos pastorales y sensibilidades ideológicas. En un mundo roto, su figura aparece como símbolo de reconciliación.
León XIV ya es Papa… y también es peruano
Es difícil exagerar lo que significa este dato: el nuevo Papa no solo es estadounidense. Es también peruano. Legal y espiritualmente. Lleva en su alma la calidez andina, la lucha de los pobres y la esperanza de los sencillos. León XIV no llega como emperador, sino como pastor.
Trump Saludo al Nuevo Papa.