🇺🇸💥 Elon Musk y Donald Trump: una pelea millonaria que sacude la política y los negocios de EE. UU.

Un nuevo choque de titanes en la escena estadounidense

La relación entre Elon Musk y Donald Trump ha pasado del respaldo estratégico a una guerra abierta. Lo que alguna vez fue una alianza silenciosa entre poder económico y político, se ha convertido en una disputa pública con graves repercusiones.

Todo comenzó cuando Musk arremetió contra el nuevo proyecto fiscal de Trump, calificándolo de “una abominación repugnante”. Según el magnate de Tesla, el plan amenaza con llevar a EE. UU. a una crisis financiera sin precedentes.

Elon Musk lanza acusaciones demoledoras

A través de su red social X, Musk no solo criticó el proyecto de ley, sino que lanzó una bomba política: insinuó que Donald Trump aparecía en los archivos del caso Jeffrey Epstein. La acusación, aunque indirecta, desató una ola de especulaciones y críticas.

Musk también habló de destitución, una palabra que jamás había usado públicamente contra Trump. En sus mensajes, dejó entrever que el expresidente “ha traicionado sus promesas” al aumentar el gasto público sin freno.

Trump no se quedó callado

Fiel a su estilo, Donald Trump respondió con dureza. En un mitin reciente, calificó a Musk de “loco” y lo acusó de hipocresía por aprovecharse de contratos gubernamentales para SpaceX y Tesla mientras lo ataca.

“Todo lo que tiene se lo debe al Estado. Ahora muerde la mano que le dio de comer”, dijo Trump frente a una multitud de seguidores en Texas. También amenazó con cancelar futuros acuerdos con las empresas del magnate sudafricano.

La batalla llegó al Congreso y al mercado

El conflicto entre ambos no es solo verbal. Trump habría presionado a legisladores republicanos para que recorten subsidios a los autos eléctricos, medida que afectaría directamente a Tesla. Musk, por su parte, advirtió que si eso ocurre, “desmantelará” la misión Dragon de SpaceX.

Estas declaraciones estremecieron al mercado. Las acciones de Tesla cayeron más del 14% en Wall Street, una pérdida estimada en $152 mil millones en capitalización bursátil. Varios analistas temen una guerra política que arrastre a inversores y tecnologías estratégicas.

¿Aliados en el pasado?

Musk y Trump parecían tener una relación funcional. El empresario formó parte del Consejo de Manufactura de la Casa Blanca durante el primer mandato de Trump. Incluso elogió ciertas políticas de desregulación que favorecieron a sus empresas.

Sin embargo, esa alianza comenzó a erosionarse cuando Trump se retiró del Acuerdo de París sobre cambio climático, lo que motivó a Musk a renunciar públicamente a su cargo como asesor presidencial.

Redes sociales en llamas

La pelea escaló cuando ambos líderes usaron sus plataformas para atacarse directamente. Musk, desde X (antes Twitter), publicó cifras, gráficos y memes. Trump respondió en Truth Social, su propia red social, con mensajes aún más incendiarios.

El cruce se volvió viral y dominó las tendencias durante varios días. Hashtags como #MuskVsTrump y #TechVsPolitics se convirtieron en campo de batalla digital para sus respectivos seguidores.

El ala dura del trumpismo lo acusa de traidor

Dentro del movimiento MAGA (Make America Great Again), Musk fue señalado como “traidor globalista” por haber criticado a Trump. Algunos medios ultraconservadores incluso pidieron boicot a Tesla y SpaceX.

Musk, lejos de retractarse, duplicó la apuesta. Respondió a sus críticos con ironía y retuits de artículos sobre corrupción política y gasto militar descontrolado. Para él, Trump representa “el viejo sistema que debe ser reemplazado”.

Consecuencias para la campaña presidencial

El impacto político es evidente. Trump busca volver a la presidencia en 2025 y el distanciamiento de figuras como Musk podría debilitar su imagen empresarial. La ruptura también da munición a sus rivales dentro del Partido Republicano.

Musk, por su parte, ha coqueteado con la idea de apoyar a candidatos como Robert F. Kennedy Jr. o incluso al independiente Vivek Ramaswamy. Aunque nunca ha lanzado una candidatura propia, su influencia es innegable.

Reacciones de la comunidad internacional

Líderes empresariales y diplomáticos han mostrado preocupación por el enfrentamiento. La NASA teme que SpaceX suspenda contratos vitales. En Europa, los mercados reaccionaron con cautela ante la caída de Tesla.

Incluso algunos países latinoamericanos, como Brasil y México, que mantienen acuerdos tecnológicos con Musk, observaron con inquietud el giro político que podría afectar inversiones clave.

El futuro de SpaceX y Tesla en juego

Si las amenazas se concretan, Tesla podría perder beneficios fiscales para autos eléctricos. Y SpaceX podría ver en peligro sus misiones con la NASA y contratos militares. Musk tendría que reconfigurar toda su estrategia de negocios.

Además, los accionistas de ambas compañías han exigido claridad. Algunos temen que la batalla personal entre Musk y Trump supere el límite y termine afectando seriamente los intereses de los inversionistas.

Un conflicto de egos, poder y visión de país

Más allá de lo económico, la pelea refleja una confrontación entre dos modelos de liderazgo. Musk representa la tecnocracia libertaria; Trump, el populismo nacionalista. Ambos quieren moldear el futuro de EE. UU. desde ángulos opuestos.

Esta rivalidad pone en tensión no solo la política y los negocios, sino también el relato del poder. La narrativa de “hombres fuertes” que dominan la escena ahora se enfrenta en una lucha sin precedentes.

¿Es posible una reconciliación?

En los últimos días, algunos mensajes publicados por Musk dejaron entrever un posible desescalamiento. Respondió con “no estás equivocado” a quienes le sugerían bajar el tono. Pero Trump, por ahora, no quiere saber nada de reconciliaciones.

“Yo no negocio con traidores”, habría dicho en privado, según filtraciones del entorno republicano. La tensión parece lejos de calmarse y ambos saben que tienen mucho en juego.

El poder de las redes en esta guerra

X (antes Twitter) ha sido el campo de batalla ideal para Musk, quien ahora es dueño de la plataforma. En contraste, Trump intenta mantener influencia desde Truth Social, aunque con menos impacto global.

La lucha por la narrativa digital es feroz. Musk tiene más alcance, pero Trump tiene una base radical leal. La pregunta es: ¿quién ganará la guerra de percepciones en pleno año electoral?

Una pelea que marca época

No es común ver a dos figuras de este calibre enfrentarse tan abiertamente. El conflicto entre Musk y Trump ya es histórico por su magnitud, por sus consecuencias económicas y por su carácter simbólico.

Ambos representan polos opuestos de una sociedad fracturada. Lo que comenzó como un desacuerdo por una ley de presupuesto, terminó en una batalla por el alma del país.

Elon Musk niega censura

En medio de la polémica, Musk escribió: “X está comprometido con la libertad de expresión, incluso cuando no estoy de acuerdo con lo que se dice. No hemos bloqueado a Trump ni a nadie por razones políticas”.

Su publicación incluyó la frase “El sol brilla para todos”, una manera indirecta de responder a las acusaciones sin mencionar a Trump directamente.

¿Una estrategia electoral?

Para algunos analistas, este choque público puede ser una estrategia calculada. Tanto Musk como Trump saben cómo manipular los focos mediáticos y generar conversación. En medio de una campaña electoral tensa, este episodio podría servir a ambos para consolidar sus seguidores.

El expresidente necesita proyectar fuerza ante cualquier adversario. Musk, por su parte, busca reafirmarse como voz crítica del sistema político.

El rol de las redes sociales

Este enfrentamiento vuelve a poner en el centro el poder de las redes sociales en la política actual. Musk, como dueño de X, tiene un rol inédito en la historia: un magnate que controla directamente la plataforma donde se expresan los líderes del mundo.

Trump, que fue expulsado de Twitter en 2021 y restituido en 2022 por Musk, ahora se enfrenta nuevamente al dilema de si usar esta red o concentrarse en su plataforma Truth Social.

Las consecuencias pueden ser duraderas

Más allá de los memes y los insultos, esta pelea puede tener efectos duraderos. Si se profundiza la rivalidad, podríamos ver una división aún mayor en el electorado conservador, y posiblemente, nuevas medidas dentro de X para contener discursos incendiarios.

Además, es probable que este episodio sea usado en los debates y entrevistas de campaña para medir la madurez de ambos personajes frente a la presión pública.

El mundo observa

Desde medios europeos hasta plataformas asiáticas, el cruce entre Musk y Trump ha capturado la atención mundial. No es solo un tema interno de Estados Unidos: es el reflejo de cómo las redes sociales se han convertido en escenarios diplomáticos.

Los próximos días serán claves para saber si esta pelea escala o se disuelve en el mar de noticias efímeras. Por ahora, el ruido es total.