El presidente desiste de su iniciativa luego de que el Congreso aprobara el informe de conciliación
Una consulta que ya no será
Gustavo Petro anunció oficialmente que derogará el Decreto 0639 de 2025, con el cual se convocaba a una consulta popular sobre la reforma laboral. La decisión llega luego de que el Congreso aprobara el informe de conciliación del proyecto impulsado por su gobierno.
La reforma se convirtió en ley
El presidente justificó su decisión señalando que el objetivo de la consulta ya se cumplió. Según sus palabras, “el poder constituido que hace las leyes le obedeció al poder soberano que es el pueblo”. Con la aprobación de la reforma, la vía legislativa logró lo que buscaba la consulta.
Pronunciamiento en medio de tensiones
Petro utilizó su cuenta en X y declaraciones en medios para comunicar su postura. Afirmó que la derogatoria del decreto será formalizada en los próximos días, una vez se consolide el trámite legislativo en su totalidad.
Un camino lleno de obstáculos
El decreto que convocaba a la consulta había sido suspendido de manera cautelar por el Consejo de Estado, que consideró que no contaba con el aval previo del Senado, como lo exige la ley para iniciativas de este tipo.
Golpe institucional previo a la derogatoria
La decisión del Consejo de Estado frenó el avance de la Registraduría Nacional, que ya había comenzado a preparar la organización de la consulta. Su titular, el registrador Hernán Penagos, anunció la suspensión del proceso hasta que hubiera una decisión definitiva.
Reacciones en el Congreso
Tras conocerse la aprobación del informe de conciliación, congresistas afines al gobierno celebraron la victoria política. Otros sectores, como el Centro Democrático, insistieron en que la reforma fue impuesta “a la fuerza” y anticiparon demandas de inconstitucionalidad.
El trasfondo político
La consulta popular se había convertido en una herramienta política de Petro para sortear los bloqueos legislativos. Al renunciar a ella, el mandatario parece enviar un mensaje de distensión institucional y dar por cerrado un capítulo de enfrentamientos con el Congreso y la justicia.
El presidente se sintió irrespetado
A pesar de la derogación, Petro expresó su inconformidad por el trato recibido por el Consejo de Estado. En sus palabras, “se violó el debido proceso” y se desestimó la voluntad del pueblo que se manifestó en las calles.
¿Consulta como presión política?
Analistas políticos coinciden en que la consulta fue utilizada como un instrumento de presión para forzar al Congreso a actuar. La estrategia funcionó parcialmente, pues aceleró la aprobación de la reforma, pero también desató una tormenta institucional.
Una decisión que alivia tensiones
La derogación del decreto puede ser vista como una señal positiva para la estabilidad política. El país evita una confrontación directa entre ramas del poder público y se cierra la puerta a una costosa consulta que generaba división.
El Consejo de Estado seguirá con el proceso
Aunque el decreto será derogado, el proceso judicial en el Consejo de Estado podría continuar. El tribunal puede pronunciarse sobre la legalidad del decreto original, incluso si ya no tiene efectos prácticos.
El papel de la Registraduría
La Registraduría Nacional, que estaba en el centro del debate, había advertido que no podía avanzar sin una decisión de los jueces. Con la derogatoria, el organismo electoral se libera de esa presión y podrá enfocarse en los comicios locales de octubre.
Reacciones del sindicalismo
Sectores sindicales celebraron la decisión presidencial y la aprobación de la reforma. Desde la CUT y la CTC se insistió en que se trató de una “victoria del pueblo movilizado” que no necesitó de una consulta para hacerse realidad.
Críticas desde la oposición
Desde la oposición, la noticia fue recibida con escepticismo. Algunos líderes como Miguel Uribe y María Fernanda Cabal aseguraron que la reforma tiene vicios de trámite y que seguirán su lucha en las cortes.
La reforma aún no está a salvo
A pesar de haberse aprobado, la reforma laboral puede enfrentar demandas ante la Corte Constitucional. Se cuestionan aspectos de procedimiento, tiempos de debate y posibles inconstitucionalidades en algunos artículos.
Un respiro para el Gobierno
Tras semanas de turbulencia política, el gobierno de Petro gana un respiro. La posibilidad de evitar la consulta representa un ahorro político, económico y de tiempo, en un contexto de baja popularidad.
El precedente institucional
La controversia deja un precedente importante sobre los límites de los mecanismos de participación ciudadana. La justicia reafirmó que no pueden ser utilizados de forma unilateral por el Ejecutivo.
El país sigue dividido
Aunque la consulta no se realizará, el debate sobre la legitimidad del gobierno, el uso de la movilización social y el respeto a las instituciones sigue abierto. Petro cierra un frente, pero otros siguen activos.
Lo que viene para el presidente
El Gobierno ahora deberá enfocarse en la implementación de la reforma y en evitar nuevos bloqueos en otras iniciativas como la pensional y la de salud. El Congreso y la Corte Constitucional serán sus próximos desafíos.
Fin de un capítulo, no del conflicto
La derogación del decreto cierra un capítulo político e institucional, pero no termina el conflicto. Las tensiones entre el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial seguirán marcando el rumbo del país en los próximos meses.