El feminicidio ocurrió en Bogotá el 22 de abril de 2025. El agresor era un patrullero activo de la Policía Nacional. Las autoridades investigan los antecedentes del caso mientras la comunidad exige justicia.
En un hecho que ha conmocionado a todo el país, un miembro activo de la Policía Nacional asesinó a su expareja en una peluquería de Ciudad Bolívar, al sur de Bogotá, y luego se suicidó. Todo fue captado por una cámara de seguridad del lugar.
El crimen ocurrió el lunes 22 de abril de 2025, en el barrio Arborizadora Alta, donde la víctima, identificada como Yésica Paola Chávez, de 26 años, trabajaba como estilista. Su expareja, el patrullero Andrés Julián Mesa Ramírez, de 34 años, ingresó al establecimiento y sin mediar palabra abrió fuego.
Las imágenes del hecho, que circulan en redes sociales, muestran cómo el agresor dispara en repetidas ocasiones contra la joven y luego, de inmediato, se suicida con la misma arma. La escena ha causado indignación y profundo dolor en la comunidad.
La víctima murió en el lugar de los hechos. El uniformado, por su parte, fue trasladado aún con vida a un centro asistencial cercano, donde minutos después se confirmó su fallecimiento. La tragedia ocurrió a plena luz del día y frente a varios testigos.
La Secretaría de la Mujer de Bogotá expresó su rechazo ante el feminicidio y reiteró el llamado urgente a fortalecer las medidas de protección para mujeres en riesgo. También solicitó una investigación rigurosa de los hechos.
Según el coronel Jhon Díaz, comandante operativo de la zona, el arma utilizada era de propiedad del patrullero. Se investiga si el hombre tenía antecedentes de violencia intrafamiliar o denuncias previas por parte de la víctima.
Este feminicidio reaviva el debate sobre el acceso a armas de dotación por parte de uniformados con historial emocional inestable. Diversas voces piden que se revisen los protocolos internos de las fuerzas policiales.
Ciudad Bolívar es una de las localidades con mayor índice de violencia de género en Bogotá. Solo en 2024, se reportaron allí más de 20 feminicidios, ubicándose como la segunda localidad más afectada después de Kennedy.
Organizaciones feministas han convocado a una velatón frente a la peluquería donde ocurrió el crimen, para rendir homenaje a Yésica y exigir justicia por su asesinato. La manifestación se realizará este fin de semana.
En redes sociales, el hashtag #JusticiaParaYésica se ha vuelto tendencia, acompañado de mensajes de indignación y llamados a no normalizar este tipo de violencia en el país.
Colombia registra cifras alarmantes de feminicidio. De acuerdo con el Observatorio de Feminicidios, en lo que va de 2025 ya se han reportado más de 70 casos en todo el país, lo que representa un aumento del 10% respecto al año anterior.
Este nuevo caso ha generado un fuerte cuestionamiento sobre el rol de las autoridades, especialmente cuando los agresores son miembros activos de instituciones encargadas de proteger a la ciudadanía.
Expertos en seguridad y género señalan la urgencia de implementar programas de salud mental obligatorios dentro de la Policía Nacional, así como rutas de denuncia más seguras para mujeres víctimas de violencia.
El crimen de Yésica no solo evidencia la crudeza del feminicidio en Colombia, sino también la desprotección a la que están expuestas muchas mujeres, incluso cuando sus agresores son funcionarios públicos.
El video del hecho ha sido compartido como prueba de la brutalidad del acto y la urgencia de actuar. Aunque su difusión ha sido criticada por algunos, otros la consideran necesaria para visibilizar la gravedad del problema.
Mientras tanto, familiares, amigos y vecinos de la joven lloran su pérdida. “Ella solo quería trabajar en paz y vivir su vida”, declaró una amiga cercana. Hoy, el país clama justicia y acciones reales contra la violencia de género.