El rechazo a la consulta popular desata una nueva ola de movilizaciones sociales
Los sindicatos se levantan
Colombia vivirá un nuevo paro nacional. Los principales sindicatos del país han convocado a 48 horas de protesta para los días 28 y 29 de mayo de 2025, en defensa de las reformas sociales del presidente Gustavo Petro, particularmente la reforma laboral.
La decisión se anunció apenas horas después de que el Senado hundiera la propuesta de consulta popular, lo que ha sido calificado por los sindicatos como una traición a la voluntad popular.
CUT lidera la protesta
La Central Unitaria de Trabajadores (CUT), dirigida por Fabio Arias, tomó la delantera en la convocatoria. “La casta oligárquica no puede seguir decidiendo por el pueblo”, declaró Arias, en un llamado enérgico a las bases sindicales y movimientos sociales.
Otros gremios y plataformas ciudadanas se han sumado a la convocatoria, lo que anticipa una movilización masiva a nivel nacional.
Petro llama al pueblo a ser poder
El presidente Petro no ha guardado silencio. Desde la semana pasada, ha impulsado cabildos abiertos en todos los municipios del país. “El pueblo es el constituyente primario”, ha repetido en cada encuentro con las comunidades.
Uno de los principales eventos será en Barranquilla, donde se espera una masiva asistencia de ciudadanos y líderes sociales.
Tensión entre poderes
La confrontación entre el Ejecutivo y el Congreso ha alcanzado un nuevo nivel. El hundimiento de la consulta popular en el Senado ha generado un ambiente de polarización, con acusaciones cruzadas y llamados al “rescate del proyecto democrático”.
Para muchos sectores sociales, la consulta era el camino legítimo para decidir sobre reformas clave, como la laboral, pensional y de salud.
Segunda jornada en junio
Además del paro de 48 horas, los sindicatos ya anunciaron una jornada de protesta nacional para el 11 de junio, con caravanas hacia las principales ciudades del país.
Ese día, los trabajadores pretenden mostrar el músculo social que respalda las reformas del Gobierno, en un mensaje directo al Congreso y a las élites políticas.
Un nuevo capítulo de movilización
Desde que asumió el poder en 2022, Gustavo Petro ha apostado por el poder popular como instrumento para respaldar sus reformas. La movilización social ha sido constante, pero ahora se intensifica ante los bloqueos institucionales.
Para Petro, el paro es una señal de que el pueblo no está dispuesto a ceder ante las “decisiones de espaldas al país”.
Impacto en la economía y servicios
El paro afectará múltiples sectores: educación, transporte, salud y administración pública. Se espera que miles de trabajadores cesen actividades durante las 48 horas, lo que podría generar retrasos y caos operativo en las principales ciudades.
Las autoridades locales se preparan con planes de contingencia, aunque desde ya se anticipa un impacto económico considerable.
La reforma laboral en el centro del debate
El punto de mayor tensión es la reforma laboral, que buscaba restituir derechos a los trabajadores, reducir la tercerización y fortalecer la contratación directa.
El Congreso, dominado por sectores de oposición, rechazó avanzar con el proyecto, lo que motivó al presidente a plantear la consulta popular, ahora archivada.
Entre la calle y el Congreso
La narrativa del Gobierno gira en torno a una confrontación entre los intereses del pueblo y los de la “oligarquía tradicional”. En contraste, los congresistas que votaron en contra argumentan que la reforma no tenía consensos técnicos ni viabilidad financiera.
En ese contexto, la calle vuelve a ser protagonista.
Cabildos, marchas y poder constituyente
El presidente ha dicho que lo que viene no es solo un paro, sino una etapa constituyente. Aunque no se ha hablado de una nueva constitución, sí de una movilización permanente para “reconstruir el contrato social”.
Los cabildos abiertos, previstos en más de 800 municipios, serán el escenario de esa narrativa transformadora.
La oposición en alerta
Desde sectores de derecha y centro, se han lanzado alertas sobre un intento de “saltarse las instituciones”. Varios líderes han advertido que Petro pretende gobernar desde la calle, ignorando el rol del Congreso.
“El presidente debe respetar las decisiones democráticas del legislativo”, declaró un senador de la bancada opositora.
Petro no retrocede
Lejos de retroceder, Petro ha endurecido su discurso. En recientes intervenciones, ha reiterado que “las reformas sociales no son negociables” y que los pueblos tienen el derecho a decidir.
“Estamos ante un momento fundacional”, dijo durante un cabildo en el sur del país.
¿Y la consulta?
Aunque el Senado hundió la consulta, el presidente ha insinuado que buscará nuevos mecanismos para someter su reforma a la voluntad ciudadana. Se habla de una nueva iniciativa legislativa o incluso de una asamblea constituyente.
Por ahora, el foco está puesto en el paro.
Expectativa nacional
Colombia se prepara para días de alta tensión social. Las calles serán el escenario de una nueva pugna entre movilización popular e institucionalidad. Nadie sabe cómo terminará este capítulo.
Lo cierto es que el paro de 48 horas será una prueba crucial para el Gobierno Petro y para la resistencia del Congreso.
La historia sigue en marcha
Con los tambores del paro retumbando en el horizonte, Colombia se enfrenta a un dilema de fondo: ¿quién debe tener la última palabra sobre las reformas sociales? ¿El Congreso o el pueblo en la calle?
La respuesta, como siempre en este país, no será simple.