Las disidencias de Iván Mordisco desataron una ofensiva simultánea con explosivos y ataques armados
El día comenzó con fuego
En la madrugada del 10 de junio de 2025, el suroccidente de Colombia despertó con una serie de explosiones coordinadas. Las sirenas, los vidrios rotos y los gritos marcaron el inicio de una jornada de terror en los departamentos del Cauca y Valle del Cauca.
Las disidencias de las FARC al mando de Iván Mordisco, conocidas como el Estado Mayor Central, lanzaron una ofensiva de gran escala que incluyó carros bomba, cilindros explosivos y ataques armados contra infraestructura pública y poblaciones civiles.
El Bordo y Corinto: epicentro de la destrucción
En El Bordo (Patía), un carrobomba explotó frente a una estación de Policía. Minutos después, otro vehículo cargado de explosivos detonó en el municipio de Corinto. Las imágenes de las fachadas destruidas y las calles llenas de escombros recorrieron redes sociales en segundos.
Aunque los primeros reportes indicaron daños materiales, horas más tarde se confirmó que al menos tres personas resultaron heridas en estos atentados. Uno de los atacantes murió al detonar uno de los vehículos.
Un peaje en Villa Rica, bajo fuego
Uno de los actos más simbólicos del día fue la detonación de un carrobomba en el peaje de Villa Rica, Cauca. La explosión destruyó parcialmente la estructura y dejó a varios trabajadores heridos. El tráfico fue interrumpido y se declaró emergencia en la zona.
El ataque tenía como objetivo obstaculizar el ingreso de refuerzos desde el norte del Valle del Cauca, según informaron fuentes militares.
Cali no se salvó: explosiones y pánico en barrios del sur
La ciudad de Cali también fue blanco de la ofensiva. En los barrios Meléndez, Manuela Beltrán y Los Mangos, se registraron explosiones causadas por cilindros bomba lanzados desde motocicletas. La fuerza de las detonaciones alcanzó viviendas civiles.
El saldo fue trágico: al menos cinco muertos y una treintena de heridos. Las autoridades confirmaron que varios de los fallecidos eran civiles, entre ellos una mujer embarazada y un joven de 17 años.
El ataque más brutal en años recientes
Se trata del ataque más grave en el suroccidente del país desde la desmovilización de las FARC en 2016. Las autoridades contabilizan más de 24 acciones armadas coordinadas en menos de 12 horas. La mayoría fueron atribuidas al frente Dagoberto Ramos de las disidencias.
Municipios como Toribío, Caloto, Buenos Aires, Timbiquí y Guapi también registraron enfrentamientos o explosiones menores. El patrón evidencia una estrategia sincronizada y de alta planificación.
La sombra de Mayimbú
Fuentes militares aseguran que la fecha no fue elegida al azar. Hoy se cumplen tres años de la muerte de Leider Johany Noscué, alias “Mayimbú”, uno de los jefes disidentes más temidos del Cauca. Su caída ocurrió el 10 de junio de 2022, tras una operación del Ejército.
El aniversario habría servido como motivación para esta muestra de fuerza por parte del Estado Mayor Central, en una especie de homenaje criminal a su antiguo líder.
Petro convoca a la cúpula militar
Ante la gravedad de los hechos, el presidente Gustavo Petro canceló su agenda internacional y convocó a la cúpula militar en Casa de Nariño. En un mensaje a medios, ordenó una contraofensiva inmediata contra los responsables de los ataques.
Horas después, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, confirmó la neutralización de alias Cholinga, uno de los coordinadores de la ofensiva. Se ofrecieron hasta 300 millones de pesos de recompensa por información sobre otros cabecillas.
Crimen de lesa humanidad
El Gobierno calificó los ataques como crímenes de lesa humanidad, debido al uso de explosivos en zonas pobladas. Se anunció que los casos serán trasladados a la Fiscalía General y a cortes internacionales si es necesario.
La Defensoría del Pueblo activó rutas de atención para los desplazados y las víctimas directas. En el Valle del Cauca ya hay más de 80 personas que han abandonado sus viviendas por temor a nuevos atentados.
El Ejército se despliega
Batallones del Ejército fueron desplegados desde Popayán y Cali hacia las zonas rurales del Cauca, con especial énfasis en los municipios del norte. El objetivo es recuperar el control territorial y evitar nuevos ataques en las próximas horas.
La Policía también reforzó estaciones y puntos críticos como peajes, puentes y estaciones de gasolina, blanco frecuente de atentados en el pasado.
El miedo se instala en la gente
Más allá de las cifras, lo que queda es el miedo. En municipios como Buenos Aires y Miranda, las clases fueron suspendidas, el comercio cerró y los habitantes prefirieron no salir de sus casas. Nadie quiere convertirse en víctima de una bala perdida o un artefacto sin explotar.
“Esto es una guerra, y aquí somos los civiles los que ponemos los muertos”, dijo una comerciante en Corinto, mientras mostraba su tienda destruida.
Reacciones de la comunidad internacional
Embajadas como la de Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea condenaron los hechos y exigieron justicia. La ONU pidió respeto por el Derecho Internacional Humanitario y expresó preocupación por el uso de explosivos contra civiles.
Varios líderes de opinión pidieron replantear el proceso de paz con grupos armados que han incumplido los ceses al fuego y continúan atacando población civil.
Petro y su proyecto de paz en crisis
Estos atentados representan un golpe profundo al proyecto de “paz total” del gobierno Petro. Aunque se mantienen los diálogos con varios grupos, las disidencias de Mordisco han rechazado cualquier tipo de desmovilización o negociación.
Analistas consideran que la ofensiva de hoy debilita políticamente al presidente y lo obliga a endurecer su discurso en materia de seguridad.
Víctimas colaterales: niños y ancianos
Entre los heridos se encuentran al menos tres niños y una mujer de la tercera edad, alcanzados por esquirlas en el municipio de El Tambo. Ninguno se encuentra en estado crítico, pero las imágenes conmovieron al país.
Los hospitales de Popayán y Cali están saturados con heridos leves y moderados. Se activaron traslados en ambulancias aéreas para casos de mayor complejidad.
Comunidades indígenas, en alerta
La Guardia Indígena denunció la presencia de hombres armados en sus territorios en Toribío y Jambaló. Líderes nasa exigieron respeto por sus resguardos y pidieron presencia de organismos internacionales para evitar una masacre.
También se reportaron amenazas contra periodistas comunitarios que cubrían los hechos.
¿Qué busca Iván Mordisco?
Las autoridades creen que los ataques tienen un objetivo múltiple: demostrar poder, intimidar al Gobierno y ganar control territorial en rutas estratégicas del narcotráfico. Las disidencias usan estas acciones para reafirmar su presencia ante otros grupos armados.
El Cauca, por su geografía, es clave en el tránsito de drogas y armas hacia el Pacífico.
La paz, cada vez más lejana
Con cada explosión, la esperanza de una salida negociada se desvanece. Mientras las disidencias sigan actuando con esta brutalidad, el mensaje que envían es claro: no tienen voluntad de paz.
Y la población civil, como siempre, paga el precio.