Por: Briam Rubio

🔥 El partido dejó más polémicas que emociones: un árbitro protagonista, hinchadas encendidas y dos equipos que no se guardaron nada
La noche bogotana fue testigo de un nuevo capítulo del clásico entre Millonarios y Atlético Nacional, que terminó en un empate 0-0 lleno de tensión, fuerza, y decisiones arbitrales que dejaron mucho de qué hablar. Aunque no hubo goles, lo que sobró fue drama en El Campín.
Desde el pitazo inicial, Millonarios intentó imponer condiciones con presión alta y buen manejo de balón. Por su parte, Nacional se mostró más conservador, apostando por la defensa ordenada y salidas rápidas. A pesar de las intenciones, las redes nunca se movieron.
La figura que más llamó la atención no fue un jugador, sino el árbitro central. Bismarks Santiago intentó destacarse con determinaciones polémicas que condicionaron el ritmo del partido. Varias faltas dudosas, tarjetas discutidas encendieron los ánimos.
El VAR, que debería ser un apoyo clave en partidos de alto nivel, brilló por su silencio en jugadas críticas, desató una oleada de comentarios en redes sociales.
En las gradas, la fiesta no se detuvo. Los hinchas de Millonarios llenaron El Campín y no dejaron de alentar ni un segundo. Los seguidores de Nacional también hicieron presencia y le pusieron color a un encuentro que, si bien no tuvo goles, mantuvo la tensión al máximo.
Al final del encuentro, David González, técnico de Millonarios, valoró el esfuerzo de sus dirigidos y expresó su molestia por la falta de revisión arbitral. Javier Gandolfi, técnico verdolaga, destacó la solidez defensiva de su equipo y la importancia de sumar en una plaza difícil como Bogotá.
Con este resultado, Millonarios suma un punto que lo mantiene de lider con un partido mas jugado, mientras Nacional sigue buscando regularidad en su juego. Ambos equipos dejaron claro que tienen armas para competir, pero también asuntos por corregir.
Más allá del 0-0, el clásico reafirmó que la rivalidad sigue viva y encendida. Cada choque entre estos dos históricos del fútbol colombiano es una historia aparte, llena de emoción, presión y orgullo por los colores.
Porque en partidos como este, aunque el marcador no se mueva, el verdadero espectáculo está en el corazón con el que se juega. Y anoche en El Campín, hubo corazón de sobra.
En el minuto 81 se presento un ¡Fuerte choque de cabezas! Helibelton Palacios y Camilo Cándido impactaron en un balón dividido.
El juego se detiene de inmediato y entran las asistencias médicas.