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Video: La Noticia que conmocionó al mundo, Niño fue hallado amarrado con alambre a una mesa en su casa el 2 de junio de 2024
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El horror se vivió en Chimaltenango, donde la PNC rescató a un menor de edad encontrado atado a una mesa con alambres oxidados; sus padres fueron arrestados.
El 2 de junio de 2024, Guatemala despertó con una noticia aterradora: un niño fue encontrado atado con alambre a una mesa, en el interior de su vivienda, en el departamento de Chimaltenango.
El hallazgo ocurrió tras una denuncia anónima realizada por vecinos que escuchaban constantes gritos, llanto desesperado y ruidos extraños provenientes del hogar del menor.
Agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) llegaron al lugar y al ingresar se toparon con una escena dantesca: el niño estaba atado con alambres, sin posibilidad de moverse.
El menor, cuya identidad se mantiene bajo resguardo, mostraba signos claros de desnutrición, abandono físico y posibles lesiones derivadas de un maltrato prolongado.
Los agentes procedieron de inmediato a liberar al niño, brindándole primeros auxilios y trasladándolo a un centro asistencial donde recibió atención médica urgente.
Médicos que lo evaluaron reportaron hematomas, deshidratación y un cuadro emocional severo, que confirma la exposición a violencia continua y negligencia extrema.
Los padres del niño, quienes se encontraban en la vivienda al momento del rescate, fueron capturados y puestos a disposición del Ministerio Público por maltrato infantil agravado.
El caso encendió las alarmas a nivel nacional e internacional, siendo ampliamente difundido en redes sociales, donde miles de personas exigieron justicia inmediata.
Organizaciones como Refugio de la Niñez y Aldeas Infantiles SOS calificaron el hecho como “una muestra del abandono institucional en la protección de la infancia”.
La Procuraduría General de la Nación (PGN) asumió la custodia del menor y garantizó que será protegido mientras se lleva a cabo el proceso penal contra sus agresores.
Mientras tanto, el Ministerio Público abrió una investigación profunda para determinar si hay otros menores en riesgo dentro del mismo entorno familiar o vecinal.
Vecinos del sector aseguraron que ya habían alertado en ocasiones anteriores sobre los gritos del menor, pero no recibieron respuesta efectiva de las autoridades.
Este caso reabrió el debate sobre las fallas en los mecanismos de denuncia, seguimiento y protección de la niñez en comunidades vulnerables de Guatemala.
El Gobierno de Guatemala anunció una revisión urgente de protocolos y prometió reforzar brigadas de atención infantil para prevenir más tragedias como esta.
Lo ocurrido el 2 de junio no puede quedar en el olvido: debe ser un punto de inflexión que obligue a la sociedad y al Estado a proteger con urgencia a la niñez guatemalteca.